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Andrés Gallardo

Una vida que impacta a otros



Desde el inicio de nuestra vida en el Señor, podemos observar ejemplos de hermanos y hermanas que muestran fe y constancia en todo momento, influyendo en las iglesias donde participan mediante un servicio digno de imitar. Esta forma de vivir el evangelio debe ser un aliciente para querer conocer más de él, y provocar que el temor o vergüenza de compartir nuestra fe, cambie a valentía y autoridad.


Esteban, un joven de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo, de fe y con sabiduría del cielo, que fue elegido para el servicio de sus hermanos, vio en otros el ejemplo de cómo se debe servir en el cuerpo de Cristo, tal como dice el libro de Hechos 4:32 “Todos los creyentes estaban unidos enteramente en alma y corazón, ninguno tenía por suyo lo que poseía, sino que lo compartía con los demás” (Nueva Biblia Viva).


Existen ejemplos de hermanos y hermanas que muestran fe y constancia en todo momento, influyendo en las iglesias donde participan mediante un servicio digno de imitar.

No podemos detenernos solamente en el inicio de nuestra vida en Cristo, sino que debemos crecer en intimidad con el Señor cada día. De esta forma, enfrentaremos las distintas dificultades que vendrán, llenos de gracia y poder. Incluso en medio de las dificultades, podremos experimentar prodigios y milagros. Esteban, enfrentando la oposición a través de acusaciones falsas realizadas por las autoridades religiosas, realizó una gran declaración de fe ante sus acusadores e incluso, en el momento de su muerte, mostró un amor incondicional por los demás: “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, elevó los ojos al cielo y contempló la gloria de Dios y a Jesús a la derecha de Dios… ¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y al terminar de pronunciar aquellas palabras, murió” (Hechos 7:1-60, NBV).


Un joven llamado Saulo vio este sacrificio y no le fue indiferente. Luego de haberse convertido al Señor, fue él mismo quien, inspirado por Dios, escribió: “Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor…” (2 Timoteo 1:7-8, Reina Valera Actualizada, 2015).


Es en este punto donde nos podemos preguntar: ¿cómo puedo pedir esa valentía para testimoniar del Señor? Y es él quien nos responde: Dedícate a la oración constante, estudia las Escrituras, no traiciones tus convicciones, usa lo que Dios te ha dado, evangeliza, discipula a una persona y observa los tiempos.


Dios quiere que seamos un testimonio vivo en este mundo necesitado; no perdamos esta maravillosa oportunidad de impactar vidas con el mensaje del Señor en nuestras familias, trabajos, lugares de estudio, es decir, en todo momento y lugar.


Dedícate a la oración constante, estudia las Escrituras, no traiciones tus convicciones, usa lo que Dios te ha dado, evangeliza, discipula a una persona y observa los tiempos.

Obedezcamos el llamado que nos hace el Señor: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20, RVA2015). Seamos testigos sin temor, actuemos con denuedo en todo momento y veremos la gloria de Dios en nuestras vidas.

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PAOLA ANDREA DEL CANTO
PAOLA ANDREA DEL CANTO
Jan 26, 2024

Sin duda mi mayor experiencia en Cristo fue comprender que mi vida influía en las demás personas, cada acción que hago tiene una tremenda nube de testigos que observan curiosos mi caminar en el Señor, todo lo que hacemos debe ser siempre "como para el Señor", porque todo lo que hacemos tiene un impacto en el mundo secular y en el mundo espiritual. Muchas gracias por este nuevo artículo, día a día Dios nos encamina a su propósito en nuestra vida. Sea bendecido hermano


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