Hace algún tiempo, subí a un autobús y me senté al lado de una joven que iba junto a la
ventana. Ella estaba llorando en silencio, y se podían escuchar levemente sus sollozos. En
ese momento, sentí que mi corazón se conmovía, y le pregunté si necesitaba ayuda. Me
armé de valor y le dije: "¿Puedo ayudarte en algo?". La muchacha me respondió con un
gesto molesto, y me dijo que no. Asentí con la cabeza y no insistí más, pero permanecí
sentada a su lado.
Pasaron unos minutos, y la niña me dijo: "La verdad es que sí necesito ayuda. Me siento
triste y enojada. ¿Cómo es posible que haya personas que solo causan daño?".
Entablamos entonces una conversación interesante, en la que traté de explicar por qué los
seres humanos a veces hacemos daño. Aunque la charla duró solo unos 7 minutos, me
pareció que había pasado mucho más tiempo.
Al final de la conversación, pude poner en práctica lo que he aprendido durante tanto
tiempo en la iglesia. Fue gratificante poder argumentar sobre mi fe y lo que Dios puede
hacer de manera sobrenatural en la vida de las personas.
Nunca debemos desaprovechar lo que Dios hace en nuestras vidas a través de la
asistencia continua los estudios bíblicos y los servicios dominicales. Estos tiempos nos
preparan no solo para enfrentar nuestro día a día, sino también para adquirir
conocimientos, memorizar versículos, comprender las enseñanzas de nuestros pastores y
hermanos, y, sobre todo, aprender a transmitir, defender y compartir el mensaje de
manera clara y coherente.
Nunca debemos desaprovechar lo que Dios hace en nuestras vidas a través de la asistencia continua los estudios bíblicos y los servicios dominicales.
Algunos de los beneficios de asistir a los estudios bíblicos en tu iglesia local son:
1. La Biblia nos capacita.
2. Aprendemos en un contexto acorde a la realidad social y el proceso vivido.
3. Conocemos la verdad bíblica.
4. Aprendemos y experimentamos la enseñanza en comunidad.
5. Podemos hacer preguntas.
6. Aprendemos de los demás.
7. Nos prepara para salir y compartir a Cristo con otros.
Algunas preguntas para reflexionar:
¿Estoy aprovechando bien el tiempo de estudios bíblicos en mi iglesia local?
¿Le doy la importancia debida a los momentos de estudio de la Palabra?
¿Me siento preparado/a para enfrentar situaciones en las que pueda compartir la Palabra de Dios con otras personas?
Cuando me enfrento a oportunidades de compartir a Cristo, ¿soy capaz de aplicar lo aprendido en los estudios bíblicos?
Cuando comparto a otros sobre Cristo, ¿me expreso de manera clara y coherente, de
acuerdo a lo aprendido en cada estudio de la Palabra de Dios? Te invito a meditar en ello ¡No pierdas más oportunidades!
Dios te bendiga.
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