La fe de un discípulo de Cristo en toda circunstancia
Desde pequeño que escuche el emblemático pasaje bíblico de la semilla de mostaza en Mateo 17:20 y hasta donde recuerdo siempre se enseñó como un tema de cantidad – “mientras mas fe tengas mejor” – “no ocurre un milagro porque te falta fe…tienes poca fe” – si bien es cierto Jesús expresa afirmaciones como “hombres de poca…” con el tiempo he comprendido que esa figura de la semilla de mostaza tiene que ver más con calidad que con cantidad. Escuchando la predicación de mi pastor en ITC, este pasaje volvió a aparecer y también la convicción de que nuestra fe requiere calidad y no cantidad.
Un discípulo de Cristo es una persona que sigue a Cristo, pero para esto se requiere fe. El nuevo testamento entero da cuenta de que nuestro discipulado personal se basa en la fe que tenemos en Cristo, pero al mismo tiempo como activamos lo que creemos de él y cuando vemos a grandes hombres y mujeres de fe en los relatos bíblicos me doy cuenta de dos cosas: la mayoría del tiempo, en la mayoría de sus situaciones personales no activaron su fe debidamente, pero, hubo instantes -pocos – que cuando lo hicieron grandes cosas sucedieron en ellos y a través de ellos. La calidad de su fe marcó la diferencia.
la mayoría del tiempo, en la mayoría de sus situaciones personales no activaron su fe debidamente, pero, hubo instantes -pocos – que cuando lo hicieron grandes cosas sucedieron en ellos y a través de ellos. La calidad de su fe marcó la diferencia.
Cristo dijo: “Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.” Mateo 17:20 NTV. ¿tener fe como una pequeña semilla de mostaza? ¿qué quiere decir esto para mi vida? Vamos a los hechos. Una semilla de mostaza mide 2,5mm de diámetro, muy pequeña y difícil de tomar con los dedos, pero lo mas interesante creo es el clima y cómo se adapta al suelo que necesita para crecer. Por un lado, necesita climas fríos, pero puede adaptarse perfectamente a todo tipo de temperaturas; sobre el suelo, la semilla “tiene un sistema de raíces ramificado muy desarrollado que le permiten aprovechar muy bien todos los nutrientes del suelo.” Estos datos deben ser muy relevadores para un discípulo porque si pensamos en lo que dijo Jesús que debemos tener fe como una semilla de mostaza, lo que estaba diciendo era que: necesitamos tener una fe que se adapte a todo tipo de circunstancia (clima) y además que logre sacar el máximo de provecho de todo lo que viva junto a Cristo (aprovechar muy bien todos los nutrientes del suelo)
Si eres un discípulo de Cristo necesitas desarrollar en una fe de calidad que sin importar el tipo de circunstancia a la cual te enfrentes (problemas, confusión, pérdida, caídas, enfermedad, fracasos relaciones, problemas económicos, puertas cerradas y más) tu fe en Cristo esté intacta en ese preciso momento. La formula favorita de Jesús que no enseña como desarrollar una fe de calidad es esta: Escuchar su voz y obedecerla (Mt. 7:24-27) pero no solo eso, una fe de calidad, espiritualmente hablando, saca el máximo de provecho de lo que vive junto a Cristo. En nuestros mejores y peores momentos hay grandes enseñanzas y manifestaciones de parte de Dios con el propósito de transformarnos y ayudarnos a desarrollar una fe de calidad (Hch. 4:20-30; Fil.4:13)
Si eres un discípulo de Cristo necesitas desarrollar en una fe de calidad que sin importar el tipo de circunstancia a la cual te enfrentes
Si tuviéramos fe como una semilla de mostaza, si en nuestro caminar con Cristo desarrolláramos una fe de calidad en lo espiritual, veríamos manifestaciones y frutos en lo natural. Vidas transformadas, milagros mas seguidos, mayores niveles de arrepentimiento, un servicio en nuestra iglesia local con excelencia, mayor capacidad de obediencia a Dios, mas entrega y una mejor perspectiva de vida basados en el reino de los cielos.
En lo práctico, creo que no debemos mortificarnos por “tener más fe todos los días”, como discípulos de Cristo debemos estar atentos a activar nuestra fe en el momento preciso, dar el paso que marcará un antes y después de nuestra vida, porque de muchas veces que fallemos en creer, existirán otras ocasiones en donde nuestra fe se activará y será un momento de calidad espiritual junto a Cristo, de esos momentos que nos prepararan para lo que viene y sacando el máximo provecho de esa circunstancias, igual que una semilla de mostaza.
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