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IGLESIA EN TU CIUDAD

El poder de recordar Su Palabra



El dolor más intenso que he experimentado en mi vida indudablemente ha sido la temprana partida de mi hermano. Apenas había cumplido 17 años, y me tocó presenciar cómo cerraba sus ojos para siempre. Para afrontar esos momentos de inmenso dolor, mi hermano me dejó como consuelo, la costumbre de recitar el Salmo 84 cada vez que la tristeza se apoderara de mi corazón. En esos momentos de gran dolor, encontré en aquellos versos la paz y la certeza de que mi hermano descansa en la presencia de Dios.


“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad” (Salmo 84:10, Reina Valera 1960).

La memorización del texto bíblico es una práctica que ha perdurado a lo largo de los siglos. En estos tiempos, donde la tecnología ha disminuido considerablemente la necesidad de utilizar nuestra memoria y nos ha hecho dependientes de diferentes dispositivos, la memorización sigue siendo una herramienta invaluable para el crecimiento espiritual y el fortalecimiento de la fe.


A continuación, te invito a reflexionar sobre la importancia de memorizar versículos de la Biblia, y cómo esta práctica puede impactar no solo en tu vida, sino también en la de las personas con las que te relacionas.

 

1. Porque nos fortalecemos espiritualmente:  conocer la palabra  y llevarla en nuestra memoria enraíza la verdad divina en nuestros corazones y es el escudo en contra de las tentaciones y las pruebas espirituales.  En Efesios 6:10-11(RVR1960), se nos insta a fortalecernos en el Señor y en su poder y a ponernos toda la armadura de Dios para poder resistir las artimañas del enemigo.

 

2. Porque nos guía y nos da dirección: cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles, o atravesamos momentos de confusión, recordar el versículo adecuado nos permitirá traer la luz de la palabra, la cual aclara la situación e ilumina el camino correcto. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (Salmo 119:105, RVR1960).

 

3. Porque nos brinda consuelo y esperanza: en momentos de aflicción y dolor, echar mano de los versículos memorizados puede darnos consuelo y esperanza. La palabra de Dios nos recuerda que no estamos solos, y que Dios está con nosotros en toda circunstancia. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13, RVR 1960).

 

4. Porque nos transforma: nos convierte en testimonio vivo del poder y la verdad de la Palabra de Dios. Cuando citamos versículos con confianza en nuestras conversaciones cotidianas, o al momento de compartir nuestra fe, demostramos el impacto transformador que la palabra tiene en nuestra vida.

 

5. Porque nos acerca más a Dios: nos permite meditar en su palabra día y noche. Al reflexionar sobre los versos memorizados, abrimos nuestro entendimiento y corazón hacia la comunión con Dios, dejamos que su palabra moldee nuestros pensamientos y  también nuestras acciones.

 

6. Porque nos instruye y nos enseña: nos capacita para enseñar a otros. Al tener versículos memorizados, podremos compartir la verdad del evangelio de manera más precisa. En 2 Timoteo 3:16-17 se nos dice que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.

 

Recuerda que Jesús mismo, en su ministerio terrenal, citó las escrituras en numerosas ocasiones, para enseñar, para reprender (incluso a Satanás),  y para consolar a otros.

 

Y tú, ¿qué esperas para comenzar a memorizar la palabra de Dios? Cuéntame, ¿cuántos versículos memorizaste este mes? Te leo en los comentarios.

 

Dios te bendiga.

 

 

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